Sin mirar
Volver a las poesías desacertadas
Bonitos ojos grises, como un día de invierno
nublado al atardecer, entristecidos por
una incesante lluvia de nostalgia y dolor,
sigues sin querer observar ni ver los detalles,
que, a tu paso se muestran de sabores llenos
por el esplendor de toda clase de colores.
Perdida, en la inmensa soledad de tu mente,
encasillado te has, tal si viejo trasto fueses
y del cual su creador desprenderse no quiso,
quizá por incompleto, quizá por compasión
de un viejo reflejo, de un ideal que perdura
en su mente mas no sobrevivió a toda moda.
Mientras te torturas, otros superan tu espacio,
atraídos por la belleza de imperfección
de tu ser, más allá de tu mirar, tu atención
intentan rasgar, golpeando, como las gotas
de esa lluvia que te acompaña, en tu soledad
sombría, sobre el tejado de tu habitación.
¡Qué más da!, aquí sigues negando la evidencia,
No eres objeto mas aguardas, con desacierto,
a ser trofeo de una noche para cualquiera,
alguien hablará sin saber más de ti, y no ves,
cómo si no hubiera para ti otro mayor reto
que ser un bonito estandarte, nada especial …