poesía

Espinelas del chivato

Volver a las poesías desacertadas

 

 

¿Pero qué se habrá creído?

el chivato y embustero,

patoso y poco certero,

¿que el viento aquí me ha traído?

 

Y me verá distraído.

Sin palabras por mediar

cree que me va a doblegar,

y contará a su amo,

 

perdido en cualquier reclamo,

que le mandó a vigilar.

 

 

Como si estar poseído,

qué ahí doblen por mí,

las campanas sigan, si,

tal misa de fallecido.

 

Que me ha sobrecogido

su excomulgado espionaje,

retirado del paraje,

válido siendo ayudado.

 

Protegido se ha pensado,

iniciará ya su abordaje.

 

 

Desvalido me verá,

mas, ya se está equivocando

pues, conforme la va liando,

atascado acabará.

 

Su incertitud le dará

las alas, de aquel lacayo,

que, a la prisa del rayo,

acometerá hacia mí

 

y, de enfrentarse, a mí,

como lo que es, vasallo.

 

 

Cobarde y vil, ahí se muestra,

mas resistir no podría

y que así evadir tendría

la lucha que hizo nuestra.

 

Y no saldrá el cabestra,

si no es desde la traición,

pues resulta ser cagón

y pelea no afrontará

 

sabiendo que perderá,

y quedará la inacción.

 

 

Conozco mucho más de él

que él conoce de mí,

mas no es grato para mí,

realizar la obra de él.

 

Nunca seré como es él,

no tengo algún soberano,

a nadie beso la mano.

Nunca quise las cadenas,

 

nunca llevaré cadenas,

ni siervo, ni soberano.

 

 

Será así como el chivato,

su recompensa obtendría,

no así, como esperaría.

Y sólo por ser chivato,

 

estiércol para boniato,

desde siempre deseando,

y, que le compre esperando,

con su amo de la mano

 

y despreciando al hermano,

propio estupre tolerando.

 

 

Tan chivato, tal cobarde,

debe aprender la lección,

violencia no es solución,

que salvación lo guarde

 

al chivato, al cobarde.

Honra deba conocer

y la lección aprender

pues, es tal su anatema

 

que, su äfrenta ya quema,

y honra debe conocer.

 

 

Pues siendo chivato aún,

de quien tu cuello mantiene,

y, asfixiado te tiene

el cuello, pegado al betún.

 

Siendo mal adepto aún,

pues de ti ha hecho cachavo,

un mentiroso y desbravo,

nunca serás su aliädo,

 

solo, un indeseädo,

perro de presa, esclavo.

 

Dejar una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies