Blind
-
De vientos y de pomadas para frenos
—¡Esa puerta! —gritaba la señora Blind mientras accedía a la tienda cuántica por primera vez y empujaba contra la puerta. —¡Un momento! —pronunció el doctor Soul al del interfono. Parecía un tanto descolocado—. Señora, ¿se encuentra bien? —Sí, ahora sí. Por supuesto que sí… Pero… ¡Maldita sea el siroco o el paraca! Lo que sea que fuere ese maldito vendaval que contra mi persona se ha alzado. «¿Qué ocurre, doctor?», se escuchaba débilmente el hilo de voz al otro lado de la línea telefónica. No obstante, el doctor Soul no respondió a la curiosidad de su interlocutor. Observaba con atención a la mujer que por primera vez había accedido…