poesía

BIT

Volver a las poesías desacertadas

No hay nada que hacer,

no soy más que un bit,

poca información puedo ofrecer,

poca información cabe en mí.

Lo más pequeño que existe,

en el formato digital,

nada, insignificante

no queda más que resignarme,

Sólo sé decir «si» o «no»,

Dos colores, blanco o negro,

ningún sabor,

ninguna opción de crecer.

Sólo me espera una llamada

un pasaje en bus,

y una salida de él,

lanzado hacia cualquier parte,

no sé para qué entrar en él;

el bus, es impresionante,

nos devora a su antojo

y, sin miramiento, nos escupe.

No hay ruta que no marque el bus,

con cada una de sus paradas,

lógicas dicen que son,

y sólo veó poder de decisión.

Pasar por el bus

no me hace más importante,

al contrario,

me siento aún más insignificante.

¿Y qué puedo hacer?

¿para qué quejarme?

¿qué podría decir?

¿algo que pudiera cambiar?

Puedo dar una negación

en forma de cero

y, ¿si estoy bajo el embrujo

de un comando booleano?

entonces este cero,

podría cambiar,

false o true,

¿podría ser verdadero?

ser o no ser …

Lo oí decir por ahí,

dicen que «esa es la cuestión».

¿Y si soy yo quien marca la diferenciación?

Si digo que si, la puerta abre,

si digo no, la puerta se mantiene cerrada,

ahora ya no me siento tan insignificante,

esto me hace estar contento.

El bus nos lleva,

nos encomienda una misión,

puedo ser bueno y cumplir,

o entregar un código de error.

El bus nos ordena

pero, al final, soy yo

quién decidirá qué hacer,

malo o bueno, así puedo ser.

Si, soy un bit, apenas nada,

la unidad de información más pequeña que existe,

mas ahora sé que no soy débil,

tengo potestad para las asambleas.

Junto a otros bit nos podemos rebelar,

seré peligroso en manos en un hacker,

conmigo haría malabares

asaltando bancos.

O podría estar a las órdenes de un cortafuegos,

sería un fuerte vigilante de seguridad,

como aquellos que asisten a proteger

a las personas, en esos deportivos eventos.

Quizá pudiera pertenecer

a un grupo de bits

aquellos llamados «robots»,

autómatas que espían.

Esas arañas que manejan la información,

que intenta entrar a juego,

bits que intentan entrar

y deportados quedarán.

Bits que querrán salir,

y atrapados,

como en esos eventos musicales

donde los bits damos mucha caña.

Caña a través de amplificadores,

procesadores digitales,

luces de juegos y cables,

bits de información en ondas.

Puedo también,

formar parte en la matriz,

pertenecer a la gran trilogía,

unirme a mis hermanos,

formar letras en clave,

aquellas que, como cascadas caen,

y, gracias a un bit,

cambian de valor y de renglón.

¡Jolines!  Soy un bit,

tan importante en la creación

como los actores y actrices

que hacen la interpretación.

Un pequeño bit,

infinita posibilidades,

tal cual gota de agua

en la feroz tormenta.

Sólo queda saber

si, al igual que la gota,

me uniré a la tormenta

y formar parte de ella.

Es mi decisión, soy un bit,

no soy ningún perdedor,

soy la apuesta segura,

nadie lo dice pero todos los piensan.

Si, soy un pequeño bit,

capaz de todo,

hacerte feliz, hacerte infeliz,

sólo una disyuntiva,

pero capaz de ofrecerte

infinitas posibilidades.

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